proromanticos@gmail.com

miércoles, 8 de octubre de 2008

Carta sin mandar












Estás igual que siempre, curioso… la misma expresión entre sorpresa, timidez o noséque. Recuerdo como te sacaban de quicio mis discusiones con purpur sobre temas que no eran de tu interés cuando bromeaba sobre tu peso, trataba de manejarme en inglés en Londres o hablaba sobre tu arquitectura capilar. Cuantas miradas de esas me dedicabas… O cuando tenía que comprobar donde había guardado el cel y en medio de la calle vaciaba el bolso.


Tampoco te sentaba bien que en Madrid fuera demasiado poco cariñosa contigo o te mirase menos de la cuenta durante la representación. En fin… ¿qué diría la gente si supieran de mí? Reconozco que sólo el amor hace que pierda los papeles y posiblemente los perdí en más de una ocasión.


Voy a volver ahí, de hecho sabes hasta la fecha. ¿Cómo? Evidente, pero este no es sitio de explicarte como me di cuenta de que tenía que volver a madrid. Hasta podría asegurar que veremos la misma obra de teatro. Ojalá llegue un viernes y tenga entradas para ese día, así no coincidiríamos y se evitaría el encuentro. Sé lo mucho que te gusta Ibsen y que ya has visto, creo, Peer Grynt en Londres, pero el montaje del Teatre Romea te llamará al menos la atención. ¡Qué malo es conocerse…!


Sea como fuere no me tomaré muchas molestias por evitarte aunque no te buscaré. Ya sé que el peor desprecio es no hacer aprecio, pero no te ofendas por ello.


Te escribo porqué sé que no me leerás. Supongo que es mejor así. Hoy he vuelto a ver tu foto. Todos los recuerdos dormidos han despertado. Y no he podido hacer nada mejor que dejar a un lado tu foto y ponerme a escribir. ¿Me amaste alguna vez? Supongo que sí… o al menos me deseaste lo suficiente para rondarme y ayudarme a llegar a casa tras un día de fiesta. Tomar un avión y venir a despedirte de mi, solo porque yo no pude hacerlo y eso. Eso es más que suficiente para mí.



¿Qué haré si te veo en persona una vez más? No me gusta admitirlo, pero conozco la respuesta. Saldré corriendo o pediré a mi acompañante que nos marchemos cuanto antes de donde estemos para no tener que cruzarme contigo. Lo haré, ni por miedo ni rencor, sólo para evitar charlas insulsas de viejos amantes. No quiero contarte ya ni mis triunfos ni mis penas ni tener que presentarte como… ¿un amigo, un conocido, un antiguo amante?


Aún recuerdo nuestros últimos encuentros, mejor dicho, desencuentros. Aún me veo corriendo por las frías calles huyendo de ti, es decir, huyendo de todo lo que representabas para mí. Fue en Londres, sí, el marco de nuestra historia. En aquel teatro… te sentaste a mi lado tras preguntarme si me importabas. Tendría que haberte dicho que sí. Después del primer acto me fui, no deseaba hablar contigo, sólo irme. Ni tan siquiera perderme la segunda parte de la obra me importó mucho. Me veo corriendo, cruzando la city, el frío, la humedad. Tomando un avión pensando en que importaba una mierda si nos despedíamos o no. En fin, la de cosas absurdas que se hacen por amor… o desamor.


Lo malo de los sentimientos es que tienen ese modo sigiloso de aflorar cuando menos te lo esperas. Y es que…

Lo que no te dije es que te quise. Sólo eso. Una vez dicho, y sin que tú te hayas dado cuenta ya no tiene sentido escribir más.


Apporte de quebasura

No hay comentarios:

Es un blog que quiere básicamente rescatar esa alma mamona que todos tienen en distintos momentos y en distintas formas, algunos más romántica otro algo chistosa, algunos bruta otro básicamente inocente, queremos que este espacio sea la instancia en donde se puedan plasmar estas maneras que uno expresa sentimiento o como también lo detesta en algún momento. A todas esas personas que en alguna etapa se consideraron así, por quebrarse tras algunas palabras o por decir algo tan acorde como te quiero. Manden todo tipo de aportes a proromanticos@gmail.com y coloquen todo tipo de comentarios ¡¡¡¡ BIENVENIDOS !!!

Deja tu mensaje

Seguidores